Las mujeres pueden quedarse embarazadas de forma natural cuando han mantenido relaciones sexuales con un hombre sin usar ningún tipo de método anticonceptivo (incluso usándolos porque casi todos tienen un margen de error), independientemente de buscar el embarazo o no, y de seguir o no las completas recomendaciones y trucos de Lola nos dió para aumentar las posibilidades de embarazo.
¿Qué puede ocurrir después? Hay mujeres muy intuitivas, sensibles y excelentes traductoras de los cambios en su cuerpo que pueden sentir un embarazo desde los primeros momentos.
Esta capacidad puede deberse a la emisión precoz de hormonas: el nivel elevado de progesterona (que sólo se produce en el embarazo) y a la producción de HGG (hormona gonadotropina coriónica humana) una vez el embrión se ha implantado, siete días después de la fecundación.
Los síntomas que se pueden percibir son los siguientes:
El aumento de la temperatura basal. Si la temperatura se mantiene por encima de los 37°C al final del ciclo y la regla no llega, existen muchas probabilidades de embarazo.
Tensión mamaria. Para muchas mujeres es el auténtico signo de embarazo. Desde los primeros días después de la concepción, las mamas se preparan para lo que será una función muy importante: alimentar al bebé. Por eso aumentan de tamaño y aparecen tensas, tanto que se pueden notar las venas.
Somnolencia. Los cambios hormonales se pueden traducir en una mayor necesidad de dormir.
Cambios de humor. No se trata de un tópico. Las emociones suelen estar a flor de piel, y los cambios de humor son muy frecuentes.
El retraso de la regla. Puede ser el primer indicador aunque no es totalmente fiable. El retraso se puede producir por ciertas enfermedades, después de un shock emocional o por un cambio en nuestra rutina: vacaciones, etc.
Pero seamos sinceras, la mayoría de nosotras no suele sentir nada especial y muchas de estas sospechas pueden ser falsas alarmas producidas por la ansiedad o la esperanza.
Cuando se comprueba que la menstruación no ha llegado hay que recurrir a pruebas más rigurosas científicamente que la intuición personal. Estas pruebas de embarazo son las siguientes:
1. Test de orina. Existen de dos tipos: los tests comerciales de venta en farmacia y los que realizan las propias farmacia que cuentan con un servicio de laboratorio.
Los tests comerciales suelen ser el primer método de consulta porque es discreto, inmediato y rápido. Nos permiten salir de dudas a la menor sospecha pero su eficacia sólo es elevada cuando el resultado es positivo. Si es negativo, no tenemos todo perdido y no hay que descartar el embarazo porque tal vez es demasiado pronto para detectar los niveles de HGG o están muy bajos.
En este caso, aunque estamos impacientes por conocer el desenlace, es mejor no repetir el test y no gastar dinero inutilmente, sino esperar unos días para hacerse otro test de orina o asegurarse el resultado con un análisis de sangre.
Recordemos que en los posts “cómo y cuándo hacerse un test de embarazo” y si los “test de orina son poco fiables o se usan mal” ya explicamos que hay que esperar mínimo 15 días después de la fecundación, que bien usados tienen una fiabilidad entre 97 y 99% y que aunque se dice que sólo dan falsos negativos y no falsos positivos, todas conocemos mujeres que les pasa lo contrario: el test dijo sí y el médico posteriormente no.
Es decir, en general sirven para una primera confirmación pero luego hay que validar este resultado.
2. Análisis de sangre: Lo realiza el ginecólogo y confirma o descarta el embarazo con precisión e incluso un poco antes que los tests de orina.
3. Examen de la pelvis: el médico o la comadrona pueden hacer un examen de pelvis a las 6 semanas después de la última regla. Si hay embarazo el extremo del cuello del útero se habrá suavizado y el útero aparece más suave y alargado.
4. Realmente existe una última prueba definitiva de embarazo que es la ecografía. Entre la 4ª y 5ª semana ya puede observarse la vesícula embrionaria y en la 6ª ya podrá verse el embrión y escuchar el latido cardiaco. Si a partir de la sexta semana se ve a través de una ecografía transvaginal la vesícula embrionaria vacía, puede tratarse de un huevo huero (no existe el embrión aunque la prueba del embarazo haya sido positiva), pero lo recomendable es esperar una o dos semanas para confirmar el diagnóstico.
De todas formas cuando buscamos un embarazo y los resultados de estas pruebas son negativos, no hay que desanimarse y seguir intentándolo con serenidad e ilusión porque la ansiedad, la obsesión y el estrés suelen ser malos compañeros de la concepción.